Reprime policía tapatía manifestación de la Federación de Estudiantes de Guadalajara
Las autoridades no han respondido a la petición de diálogo con los miembros de la FEG, dicen.
Periódico La Jornada de Jalisco
MAURICIO FERRER
Estudiantes de escuelas Normales durante la manifestación frente a Palacio de Gobierno Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO
Se lo llevaron con todo y silla. No había desayunado. Era su objetivo: ayuno de 24 horas. La manifestación le costó la desaparición por un par de horas a Martín Isaac Pérez. Fue a las dos de la tarde de ayer. Frente a Palacio de Gobierno. Estaba con otros 15, aproximadamente. Todos ellos, de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG). Habían empezado el día con la panza vacía. Eran las 11:40, según el reloj de la Catedral. Instalaron mesas y sillas.
Ya llevaban cerca de dos horas y media cuando apareció un funcionario de Guadalajara. Se trataba del director de Mercados del primer cuadro del municipio. Un sujeto de apellidos Lemus Rodríguez, según identifica Marlene Félix, vocera de la FEG. Su nombre es Nicolás, Nicolás Lemus Rodríguez.
No podían estar ahí, les dijo Lemus. Que no podían establecer un “negocio” en esa parte del centro, fue el argumento del burócrata. Los fegistas lo ignoraron. Con el ego herido, empezó a agredirlos. Les jaló, les aventó las sillas, cuentan los estudiantes. La impotencia le orilló a Lemus a hacer un llamado a la policía. La de Guadalajara. Arribaron también los del escuadrón de reacción inmediata, los ERIC, los que tienen un traje “como de zebra”, según Marlene. Pero sólo una se llevó a Martín. La GH-011.
Antes ya habían llovido los golpes, los aventones y hasta los macanazos a las mujeres, describe Marlene. A una de ellas, todavía a las 10 de la noche de ayer le estaban practicando estudios en la Cruz Roja. Ya le habían diagnosticado un esguince en las cervicales, cuenta la fegista. Pero a Martín Isaac se lo llevaron “porque no quería soltar la silla”. Lo amarraron, lo esposaron y lo acusaron de lesionar a Lemus Rodríguez.
Los fegistas se movilizaron. Lo buscaron por todas partes. “Casi lo secuestraron”, expresa Félix. Dieron con él en las oficinas de la Policía Municipal. La de Guadalajara. Las que están en la calzada Independencia. Eran casi las 8 de la noche. Todavía a las 10 no sabían qué iba a pasar con Martín Isaac. Se rumoraba que lo iban a destinar al Ministerio Público, dijo Marlene.
No es el primer golpeteo a la FEG, recuerda la normalista. El pasado miércoles 8 de mayo ocurrió el primer enfrentamiento. Todavía no salía el sol. Las 3:15 marcaba el reloj. A esa hora, unos 40 vehículos con 180 policías aproximadamente los despertaron. Ellos dormían en la escuela Normal Básica, la habían tomado un día antes. Encapuchados brincaron bardas con armas de alto calibre. Los cañones frente al rostro les impidieron seguir soñando.
Varios fegistas fueron detenidos por unas dos horas. Aseguran que fueron golpeados mientras los paseaban. En la Escuela Normal Superior de Especialidades había pasado lo mismo media hora antes. A las 2:45 de la madrugada. El operativo ahí fue comandado por la maestra Ana Vicente Dávila Chávez. También les dieron una vuelta a unos cuantos fegistas. De la misma forma en que las autoridades le han dado vuelta al diálogo que propuso la FEG desde el 14 de abril pasado. No ha habido respuesta. La que hay es vía la macana. El argumento de los fegistas ha sido con pruebas. Con documentos. Apócrifos sobre títulos de los maestros, como lo revelaron ayer ante medios de comunicación. La misma directora de las Normales, Alejandra Javier Jacuinde, sabe de esto. Ellos lo aseguran. Pero no ha pasado nada. “Como estos ejemplos son varios, de los cuales la SEJ hace caso omiso. A pesar de nuestra inconformidad y constantes denuncias”, dice la FEG.
Las autoridades no han respondido a la petición de diálogo con los miembros de la FEG, dicen.
Periódico La Jornada de Jalisco
MAURICIO FERRER
Estudiantes de escuelas Normales durante la manifestación frente a Palacio de Gobierno Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO
Se lo llevaron con todo y silla. No había desayunado. Era su objetivo: ayuno de 24 horas. La manifestación le costó la desaparición por un par de horas a Martín Isaac Pérez. Fue a las dos de la tarde de ayer. Frente a Palacio de Gobierno. Estaba con otros 15, aproximadamente. Todos ellos, de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG). Habían empezado el día con la panza vacía. Eran las 11:40, según el reloj de la Catedral. Instalaron mesas y sillas.
Ya llevaban cerca de dos horas y media cuando apareció un funcionario de Guadalajara. Se trataba del director de Mercados del primer cuadro del municipio. Un sujeto de apellidos Lemus Rodríguez, según identifica Marlene Félix, vocera de la FEG. Su nombre es Nicolás, Nicolás Lemus Rodríguez.
No podían estar ahí, les dijo Lemus. Que no podían establecer un “negocio” en esa parte del centro, fue el argumento del burócrata. Los fegistas lo ignoraron. Con el ego herido, empezó a agredirlos. Les jaló, les aventó las sillas, cuentan los estudiantes. La impotencia le orilló a Lemus a hacer un llamado a la policía. La de Guadalajara. Arribaron también los del escuadrón de reacción inmediata, los ERIC, los que tienen un traje “como de zebra”, según Marlene. Pero sólo una se llevó a Martín. La GH-011.
Antes ya habían llovido los golpes, los aventones y hasta los macanazos a las mujeres, describe Marlene. A una de ellas, todavía a las 10 de la noche de ayer le estaban practicando estudios en la Cruz Roja. Ya le habían diagnosticado un esguince en las cervicales, cuenta la fegista. Pero a Martín Isaac se lo llevaron “porque no quería soltar la silla”. Lo amarraron, lo esposaron y lo acusaron de lesionar a Lemus Rodríguez.
Los fegistas se movilizaron. Lo buscaron por todas partes. “Casi lo secuestraron”, expresa Félix. Dieron con él en las oficinas de la Policía Municipal. La de Guadalajara. Las que están en la calzada Independencia. Eran casi las 8 de la noche. Todavía a las 10 no sabían qué iba a pasar con Martín Isaac. Se rumoraba que lo iban a destinar al Ministerio Público, dijo Marlene.
No es el primer golpeteo a la FEG, recuerda la normalista. El pasado miércoles 8 de mayo ocurrió el primer enfrentamiento. Todavía no salía el sol. Las 3:15 marcaba el reloj. A esa hora, unos 40 vehículos con 180 policías aproximadamente los despertaron. Ellos dormían en la escuela Normal Básica, la habían tomado un día antes. Encapuchados brincaron bardas con armas de alto calibre. Los cañones frente al rostro les impidieron seguir soñando.
Varios fegistas fueron detenidos por unas dos horas. Aseguran que fueron golpeados mientras los paseaban. En la Escuela Normal Superior de Especialidades había pasado lo mismo media hora antes. A las 2:45 de la madrugada. El operativo ahí fue comandado por la maestra Ana Vicente Dávila Chávez. También les dieron una vuelta a unos cuantos fegistas. De la misma forma en que las autoridades le han dado vuelta al diálogo que propuso la FEG desde el 14 de abril pasado. No ha habido respuesta. La que hay es vía la macana. El argumento de los fegistas ha sido con pruebas. Con documentos. Apócrifos sobre títulos de los maestros, como lo revelaron ayer ante medios de comunicación. La misma directora de las Normales, Alejandra Javier Jacuinde, sabe de esto. Ellos lo aseguran. Pero no ha pasado nada. “Como estos ejemplos son varios, de los cuales la SEJ hace caso omiso. A pesar de nuestra inconformidad y constantes denuncias”, dice la FEG.
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