Urgente, que el gobierno actúe en materia de yacimientos transfronterizos atendiendo los acuerdo ambientales derivados del TCL, dijo el abogado.
La Jornada On Line Publicado: 05/06/2008 15:10
México, DF. "No servirán de nada acuerdos para explotar el petróleo si antes no liberamos a Petróleos Mexicanos y a su sindicato de la corrupción que ha robado a la nación durante 70 años de la riqueza con la que podríamos haber salido como nación del subdesarrollo", sentenció el abogado Alberto Székely, al participar en el octavo foro del debate nacional sobre la reforma energética.
En una clara y dura crítica a lo que él considera el verdadero problema de la industria energética nacional, el experto en temas ecológicos fue también enfático al decir que no se necesita cambiar la constitución para mejorar o asegurar el futuro de la paraestatal, sino "aplicar el Código Penal y la ley de responsabilidades; independizando la procuración de justicia y restableciendo el estado de Derecho".
El también ex director jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores hizo un exhorto para incluir en el debate a abogados internacionalistas para que en el particular aspecto de los yacimientos fronterizos se esgrima el derecho internacional "por encima de los intereses que hay detrás de la contienda política nacional en el tema energético."
Al abundar sobre la explotación de los yacimientos submarinos transfronterizos, Székely se dijo preocupado porque "a menos de que se actúe sin dilación, está por perpetrarse un nuevo episodio de negligencia nacional", debido a que a poco menos de tres años de que expire la moratoria establecida (para acordar cooperación e intercambio de información sobre la riqueza en las zonas comunes) en el acuerdo entre México y Estados Unidos en esa materia , el país no ha tomado medidas precautorias y adecuadas.
Destacó que en el tratado firmado en el año 2000 entre ambos países conocido como Hoyo de Dona tiene enormes defectos en desventaja para México, los cuales, manifestó, pueden tener nefastas consecuencias par la vida nacional. Tales defectos, comentó, tienen que ver con disposiciones débiles para el país y por los cuales "nunca debió ser aceptado".
A ello, se le sumó la negligencia de los gobiernos que siguieron a la firma de dicho tratado para aprovechar los pocos beneficios. "El verdadero hoyo del acuerdo es la laguna jurídica sobre lo que sucederá al término de la moratoria", pues pese a que el tratado establece que ambas partes llegarían a un acuerdo para la eficiente y equitativa explotación de dichos yacimientos, esto no se ha concretado.
A nivel interno, agregó, el gobierno no ha legislado sobre el particular, lo que implica serios problemas constitucionales que deben analizarse más allá de una enmienda. Y esta actitud negligente, sentenció, "fortalece la posición de Estados Unidos conocida como regla de captura", lo que significa unilateral explotación de recurso común.
Por lo que toca a la reforma energética, el también profesor de instituciones nacionales y extranjeras advirtió
que hace falta iniciar cuanto antes, "como urgente asunto de seguridad nacional, sin dilación y seriedad, sin participación amateur de políticos que no tienen conocimiento de causa", las negociaciones del acuerdo firmado en 2000.
Pero, llamó a las autoridades a tratar la puesta en vigor de un tratado de mayor relevancia para proteger los intereses de los yacimientos y que está orientado al orden ambiental. Recordó que de manera paralela al Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), se signó uno en materia ecológica. En uno de los puntos de este tratado, sus integrantes se comprometieron a negociar los impactos en esa área a nivel transfronterizo.
"De llegar a un tratado de explotación transfronteriza sin este acuerdo al que obliga el TLCAN, caeremos en un terrible error", lamentó el experto.
La Jornada On Line Publicado: 05/06/2008 15:10
México, DF. "No servirán de nada acuerdos para explotar el petróleo si antes no liberamos a Petróleos Mexicanos y a su sindicato de la corrupción que ha robado a la nación durante 70 años de la riqueza con la que podríamos haber salido como nación del subdesarrollo", sentenció el abogado Alberto Székely, al participar en el octavo foro del debate nacional sobre la reforma energética.
En una clara y dura crítica a lo que él considera el verdadero problema de la industria energética nacional, el experto en temas ecológicos fue también enfático al decir que no se necesita cambiar la constitución para mejorar o asegurar el futuro de la paraestatal, sino "aplicar el Código Penal y la ley de responsabilidades; independizando la procuración de justicia y restableciendo el estado de Derecho".
El también ex director jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores hizo un exhorto para incluir en el debate a abogados internacionalistas para que en el particular aspecto de los yacimientos fronterizos se esgrima el derecho internacional "por encima de los intereses que hay detrás de la contienda política nacional en el tema energético."
Al abundar sobre la explotación de los yacimientos submarinos transfronterizos, Székely se dijo preocupado porque "a menos de que se actúe sin dilación, está por perpetrarse un nuevo episodio de negligencia nacional", debido a que a poco menos de tres años de que expire la moratoria establecida (para acordar cooperación e intercambio de información sobre la riqueza en las zonas comunes) en el acuerdo entre México y Estados Unidos en esa materia , el país no ha tomado medidas precautorias y adecuadas.
Destacó que en el tratado firmado en el año 2000 entre ambos países conocido como Hoyo de Dona tiene enormes defectos en desventaja para México, los cuales, manifestó, pueden tener nefastas consecuencias par la vida nacional. Tales defectos, comentó, tienen que ver con disposiciones débiles para el país y por los cuales "nunca debió ser aceptado".
A ello, se le sumó la negligencia de los gobiernos que siguieron a la firma de dicho tratado para aprovechar los pocos beneficios. "El verdadero hoyo del acuerdo es la laguna jurídica sobre lo que sucederá al término de la moratoria", pues pese a que el tratado establece que ambas partes llegarían a un acuerdo para la eficiente y equitativa explotación de dichos yacimientos, esto no se ha concretado.
A nivel interno, agregó, el gobierno no ha legislado sobre el particular, lo que implica serios problemas constitucionales que deben analizarse más allá de una enmienda. Y esta actitud negligente, sentenció, "fortalece la posición de Estados Unidos conocida como regla de captura", lo que significa unilateral explotación de recurso común.
Por lo que toca a la reforma energética, el también profesor de instituciones nacionales y extranjeras advirtió
que hace falta iniciar cuanto antes, "como urgente asunto de seguridad nacional, sin dilación y seriedad, sin participación amateur de políticos que no tienen conocimiento de causa", las negociaciones del acuerdo firmado en 2000.
Pero, llamó a las autoridades a tratar la puesta en vigor de un tratado de mayor relevancia para proteger los intereses de los yacimientos y que está orientado al orden ambiental. Recordó que de manera paralela al Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), se signó uno en materia ecológica. En uno de los puntos de este tratado, sus integrantes se comprometieron a negociar los impactos en esa área a nivel transfronterizo.
"De llegar a un tratado de explotación transfronteriza sin este acuerdo al que obliga el TLCAN, caeremos en un terrible error", lamentó el experto.
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